viernes, 23 de marzo de 2012

Natalia O’Connor, Arturo Medeiros y Ana Lía Mansilla nunca dejaron de insistir con Cupido


Hay mucha literatura de superación personal respecto a las segundas oportunidades que un hombre o una mujer se puede dar en el amor, en especial cuando la primera experiencia ha sido traumática. Pero no es el caso de nuestros invitados, Ana Lía Mansilla, Arturo Medeiros y Natalia O’Connor, pues dieron tiempo al tiempo y ahora están disfrutando de sus primeros días de casados o a punto de ir rumbo al altar.
Todos ellos han estado en nuestras páginas de Sociales alguna vez. Ana Lía en un breve lapso de su vida modeló, Arturo estuvo casado con la magnífica y exreina de belleza Verónica Larrieu y Natalia fue miss Montero y reina del Carnaval en la capital del norte.
Ellos nunca dejaron de confiar en el trabajo de Cupido. Algunos con ayuda de terapia, se dieron a la tarea de creer en las segundas oportunidades y ahora inician con mucha expectativa una nueva vida al lado de la persona elegida.
La lección que nos dejan sus historias es que nunca es tarde para comenzar de nuevo y volver a enamorarse.

Natalia O’Connor & Eduardo Canudas
“No solo lo pensé con el corazón, sino también con la cabeza”
Ella mide 1,65 m y él 1,88 m; Eduardo no solo es un hombre grande, sino también tiene un cutiz muy bronceado que contrasta con la blancura de Natalia, no por nada sus amistades les echaron el apodo de Nucita. Y así como esa cajita en la que el chocolate blanco y el negro hacen una deliciosa combinación, esta pareja unió sus vidas con mucha ilusión. Se casaron en enero, después de dos años de enamoramiento.

Natalia estaba tomando la segunda oportunidad que le presentaba la vida y el hecho de que su cortejo enamorara primero a sus hijos (Santiago de 9 años y Analía de 6) fue determinante para saber que él sí valía la pena y era el indicado. “Nos conocimos en Etcétera, un pub, nadie medió entre nosotros, él se presentó solito. Ya nos habíamos visto ahí y nos agregamos por Internet.
A primera vista me llamó la atención su color, no hay por donde perderse, también me gustó su encaje de cara, lo vi muy varonil. Lo que más me enamoró de él es que es muy sincero, por lo que al principio chocábamos, pero al mismo tiempo lo veía bien espontáneo y natural, nunca ocultó su yo verdadero para engalanarme. Pero si no hubiera enamorado primero a mis ‘pollitos’, no me habría enamorado a mí. Recuerdo la vez en que se lanzó una Navidad a Montero para pasarla con nosotros, lo que esa vez hizo fue dar un paso muy importante. No tuve dudas, no solo pensé con el corazón, sino también con la cabeza para ver si era la persona correcta”.





Arturo Medeiros & Ximena Vargas
“Siempre se llevó bien con mi hijo, eso lo compra a uno”
Se llevan con 13 años de diferencia, él ya se casó una vez y ella estuvo enamorada de Arturo en la adolescencia. Cupido se encargó de unir sus destinos recién ahora que ella tiene 26 y él 39. La boda será el próximo año, cuando Ximena entregue la última corona que ganó, la de reina Internacional del Café.
Arturo tiene un hijo, Arturito, fruto de su anterior unión con Verónica Larrieu.
“Un hijo es lo más importante que uno tiene y ella siempre se llevó bien con Arturito, nunca fue un inconveniente en nuestra relación; eso también lo compra a uno”.
Cuando le preguntamos si creía en las segundas oportunidades no necesitó pensarlo y dijo “Sí, claro”. No por nada su relación superó los 10 días a la semana que él se ausenta para trabajar cerca de San José de Chiquitos para la agropecuaria Savia Rica. ¿Qué lo enamoró de Ximena? Su sencillez: “A pesar de todo lo que ha conseguido nunca perdió la humildad y el buen corazón”.










Ana Lía & Álvaro
“Jamás dejé de creer en el amor”
Ana Lía Mansilla, hija de uno de los motores de la APAC (Asociación pro Arte y Cultura), Cecilia Kenning, se unió en segundas nupcias con Álvaro Antelo y así fusionaron sus vidas, ella como periodista y él como abogado. “Jamás dejé de creer en el amor. Con la ayuda de un terapeuta, pude darme cuenta de mis propios errores que hicieron fracasar mi primer matrimonio. Ahora más que nunca soy 100% consciente de que la vida en pareja solo es exitosa cuando se lucha en todos y cada uno de los días de tu vida. Tu pareja es la única persona sin vínculo sanguíneo que accede a quedarse a tu lado por el resto de la vida. Los padres se van y los hijos son prestados. El único que queda es él. Por lo tanto, es la relación de mayor alcance que tendrás y por consiguiente, la que tenés que cuidar con mayor dedicación”.



No hay comentarios:

Publicar un comentario