Edificar una relación amorosa sobre el pasado puede resultar complicado si es que hay una expareja que continúa presente. Este es un tema de conversación frecuente entre amigas, casadas o solteras, no importa. Lo cierto es que algunas mujeres se dejan afectar por la sola existencia de ‘la ex’, aunque esta no haga nada. El motivo es que basta su recuerdo para atormentar y echar a perder los mejores momentos de pareja.
También hay las otras ex, las que deciden hacer la vida imposible a la nueva pareja de quien fue su cortejo o su esposo. Estas son las más aguerridas, llaman por teléfono, envían correos electrónicos o mensajes al celular, aparecen en las situaciones menos esperadas y si tienen hijos los utilizan para presionar. Eso sí, todo dependerá de cómo se fundó la nueva relación. Si fue a partir de la destrucción de un hogar anterior, las cosas no suelen ser muy fáciles para la nueva pareja.
¿Cómo afrontar el tema?
En el primer caso, el de la ex cuyo recuerdo afecta tanto, los sicólogos aconsejan trabajar en la seguridad. La nueva pareja tiene que preguntarse: ¿por qué me molesta tanto? ¿No estoy segura de mí misma? ¿Dudo de que mi pareja la haya olvidado del todo? Y si es necesario poner el tema sobre el tapete, hay que hacerlo, eso sí, sin escándalos ni escenas de celos, porque de esa manera no se llegará a ninguna solución. Por el contrario, se abrirá un motivo de problema e incomodidad, cuyo control puede escarparse de las manos.
Librarse de las otras ex, de las reales, es más complejo. Para la sicóloga Miraia Tarrés, miembro del Instituto Gestalt en España, este es un tema que tiene que afrontar la pareja en mutuo acuerdo. Por un lado, él, poniendo límites a su ex; por otro, ella, siendo comprensiva y evitando escenas de celos innecesarias, especialmente cuando existen hijos de una relación anterior. En ese caso la nueva pareja no puede pretender que su cortejo o esposo se olvide y abandone a sus hijos por ella.
Para la sicóloga Tarrés, la clave es poner límites. Si se da el caso de una expareja obsesiva, ella debe saber por él, que no puede invadir su vida en cualquier momento; no puede llamar en horarios impertinentes o a altas horas de la noche para saludar o contar sobre algún problema que tuvo durante el día; tampoco puede bombardear con correos electrónicos o mensajes de texto durante todo el tiempo.
Si no se llegan a estos acuerdos y las reglas no se cumplen, la conducta invasiva de la expareja terminará minando la relación actual.
“Aquella persona que tiene una pareja actual no debe encargarse de mantener a su ex económicamente, ni ir a su antigua casa a solucionarle un problema doméstico por más amigos que sean”, aconseja Tarrés.
Para la experta en apoyo familiar, mantener una distancia prudente no significa tener una mala relación. “Al contrario, lo que se debe intentar es no interferir en la vida de la otra persona, como si la actual pareja absolutamente no existiera”. Llegar a controlar la situación es la clave para iniciar una nueva vida sobre las páginas en blanco. En este caso todo depende de la habilidad para lograrlo.
Este es tema de debate en foros por la Internet, también es frecuente entre los terapeutas familiares. No hay recetas, pero sí acciones de sentido común.
Establecer estrategias de comunicación de pareja
Es necesario actuar con inteligencia
El ‘fantasma’ de la ex no desaparecerá del todo, es bueno saberlo. Pero eso no significa que la nueva unión tenga que vivir atormentada por ello. Hay que aprender a lidiar con su presencia
La expareja no desaparecerá
La sicóloga Zulma Carvajal señala que hay que darse cuenta que la ex no desaparecerá de la faz de la tierra, especialmente si hay hijos, por ello lo importante es que la nueva pareja llegue a acuerdos para reaccionar positivamente.
Algunas ex utilizan a los hijos
1 Las mujeres que se sienten invadidas por una ex que tiene hijos, aseguran que ellas se valen de los niños para romper los planes de la nueva pareja, porque llaman en cualquier momento anunciando que los pequeños están enfermos o que simplemente desean jugar en ese instante con su padre.
2 Cuando se trata de los hijos, muchos hombres no rompen los lazos con la antigua mujer, pues temen que si se resisten a cualquier llamado de ellas, luego tendrán que sufrir la privación de verlos.
3 Otro problema que surge y que desestabiliza completamente a la nueva pareja es el económico. Cuando la ex exige sin medida dinero para sus hijos, muchas veces el presupuesto de la nueva pareja tambalea y se generan serias discusiones.
OBSERVACIONES
TODO DEPENDE DEL ORIGEN DE LA NUEVA UNIÓN
La sicóloga Zulma Carvajal precisa que si la nueva pareja es fruto de un adulterio y de la destrucción de una familia, será más difícil lograr una relación cordial con la ex y que es más probable que esta reaccione con agresividad.
ACCIONES CONJUNTAS
Cada caso es único y por ello cada pareja tiene que desarrollar sus estrategias para enfrentar el problema.
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