El estancamiento emocional ante un divorcio puede producir una depresión severa, en estos casos es mejor pedir ayuda profesional, pero resulta interesante que este grupo de amigas, acompañadas por otras mujeres puedan aprender a superar esos momentos, aprobó la psicóloga Marlene Rollano
Superar el divorcio no es sencillo sobre todo cuando la separación ocurre de manera traumática, además de sobrellevar la ruptura se debe enfrentar el reto de comenzar una nueva vida y es para las mujeres que este proceso implica doble esfuerzo: superar la parte emocional de la separación y enfrentar las fuertes críticas de una sociedad conservadora.
Éstas son sin duda etapas difíciles para cualquiera, pero, Liliana, Jenny, Graciela, Magda, Zulema, Valeria, Silvia y Giovanna, superaron este tiempo de crisis gracias al apoyo mutuo que se brindaron, todas ellas comparten el mismo argumento, sus relaciones acabaron de la peor manera, el abandono, la infidelidad, el desamor e incluso la muerte.
Nos cuentan sus experiencias de vida, situaciones extremas que incluso las llevaron a intentar, o por lo menos a pensar en quitarse la vida, ya que como aseguran dedicaron mucho esfuerzo a relaciones que estaban condenadas al fracaso o que aparentemente eran buenas y concluyeron con el impacto de la infidelidad.
Ellas consiguieron con su amistad aminorar la carga de las emociones encontradas, primero reuniéndose para hablar de sus penas, pasada esa etapa construyeron nuevas amistades lo que trajo oportunidad a nuevas relaciones que llegaron acompañadas por la fuerte crítica familiar, que prefería verlas sumidas en la pena, o la desaprobación de vecinos y conocidos que calificaron de inapropiado el que asuman su nuevo estado civil de solteras.
Historias de vida
Después de casi doce años de matrimonio y dos hijos en común, Liliana se separó de su esposo porque este tenía una doble vida, también vivía con otra.
Descubrir esto fue todo un trauma sobre todo porque Liliana ayudó a su pareja a superarse, ella cargó con las responsabilidades económicas mientras su esposo terminaba los estudios universitarios, cuando comenzó a trabajar él se enamoró de una compañera del trabajo y la abandonó.
De vez en cuando Liliana vuelve a sus amarguras y recuerda sobre todo los esfuerzos que hizo para colaborar a su esposo, además que asegura que sigue un patrón de vida ya que su madre también fue abandonada por similar motivo.
“De niña yo vi como mi madre atravesó por lo mismo y ahora vuelvo a mi experiencia, es como si una no se sanara y estuviera condenada a vivir lo mismo”, dijo.
Jenny, madre de dos niños, nos comenta que su relación con el padre de sus hijos comenzó cuando tenía 17 años, voy a cumplir 40 años cualquier rato de estos y hace tres años que estoy separada, dijo.
Acostumbrada a vivir al límite, Jenny comenta que su relación siempre fue muy conflictiva ya que las peleas eran constantes y muy fuertes. Acostumbrada a dominar la situación a gritos Jenny comenzó una relación para ella totalmente nueva porque resulta ser muy tranquila, esto en ocasiones la confunde, “a veces me siento normal otras veces me aloco”, dijo.
“Estoy tan acostumbrada a que me persigan por lo que a veces me siento desorientada. Mi ex me pidió la vuelta, estuve pensándolo pero ¿y si no cambia nada?, creo que esta vez llegue al límite tengo mis recaídas pero reconsidero la situación y creo que es mejor alejarme y recomenzar de nuevo. Me carcome la duda, sufrir con uno o sufrir con otro”, aseguró.
Graciela parece ser la más tonta del grupo, habla mucho de su aspecto, de su cuerpo, ella es muy bonita, pero cuando te da un consejo te mata, es puntual y certera para hacerte pisar la realidad, te detiene y dice así no son las cosas y luego vuelve a sus temas superficiales”, comentó Jenny.
Graciela es dos veces divorciada, tiene cuatro hijos, dos de cada relación. Su primer esposo era una persona buena pero sin aspiraciones, el segundo intento resultó ser un bebedor empedernido y hasta gay, el hacía doble vida, tenía otra mujer y una hija. “Hacía doble vida en todo, si `el maravilla’ hasta es gay, le decían. Uno apenas asimila que es gay y se tiene que entender que es bisexual, cuesta mucho entender eso aquí en Tarija”, nos comentó Jenny.
Pensando en el suicidio
Magdalena vivía en su burbuja pensando que su matrimonio de 10 años era perfecto, el mejor marido del mundo, cuando ella pensaba que morirían juntos de viejos descubrió que su esposo tenía tres mujeres más, una de ellas con un hijo de 10 años en Yacuiba.
“El es transportista y ya saben lo que dicen con transportista, futbolista y militar nunca”, dijo. Magdalena casi se suicida fue difícil aceptar la situación sobre todo porque tenía a su marido en un pedestal. Hoy sale con un hombre algo más joven que ella y se siente mejor.
Zulema es viuda y madre de dos hijos, su marido falleció a causa de una enfermedad hace tres años, en el velorio conoció a la otra mujer. “Trabajo todo el día y esta mujer iba a la casa a cocinar y yo pensando que mi marido cocinaba rico”, comenta, mucho después los vecinos le dijeron “doctorita mientras usted no estaba el siempre metía una mujer a la casa”.
Enterarse de esto causó tal depresión en Zulema que intentó suicidarse y se cortó las venas. Actualmente su grupo de amigas logró reanimarla y sacarla del estado melancólico en el que estaba.
“Valeria es experta en intentos de suicidio y no se muere nunca”, comentan sus amigas, por lo general se infringe sobredosis de medicamentos, sin embargo siempre pide ayuda por lo que en realidad no creen que tenga la verdadera intención de matarse.
Ella estuvo casada por ocho años, el hombre era bueno pero se vio con plata, en otra situación y la dejó, comentan las amigas. “Valeria es la que menos avanzó, ya pasaron tres años y sigue hablando de su marido como si hubiera pasado ayer”, dijeron. Además se hace cortadas en el cuerpo, pensamos que ella necesita un tratamiento psicológico y estamos tratando de convencerla, explicaron las amigas.
Abandonadas
Silvia tiene carácter fuerte, se casó muy joven cuando apenas eran estudiantes, un día su esposo simplemente se fue, ella vivió el desamor ya que su pareja era habitualmente frío y no le manifestaba afecto, superó el abandono apoyada en sus amigas y conoció a alguien y recientemente se casó.
“Ella es la casada del grupo y nos dimos cuenta de que la estábamos perjudicando con nuestras salidas por lo que ya no la invitamos mucho porque estábamos dañando su nueva relación”, aclararon las amigas.
Giovanna vivía en Santa Cruz, se embarazó y volvió a Tarija, su pareja se fue a Estados Unidos y le mandaba dinero pero hace tres años que no sabe nada de él. Sufría y se enclaustraba, se casó nuevamente pero esta nueva relación no comenzó del todo bien ya que su esposo se hacía el soltero y nunca le comentó que tenía dos hijos con una mujer muy humilde.
Actualmente se esfuerza por que su relación sea duradera y feliz. Solteras de nuevo
La personalidad de cada una de ellas ayuda mucho a que los problemas del grupo de amigas se superen ya que según explican una es muy desinhibida, otra es muy llena de cosas, otra es optimista, otra pesimista y en definitiva la vida de cada una aporta de la mejor manera a que todas puedan ver la situación por la que pasan de diferentes maneras y así lo explican:
“Nuestras primeras reuniones eran puro alcohol y nosotras, pero ahora somos más consientes, sin embargo es la familia la que muchas veces nos critica”.
“Aunque te pintes el cabello del color más oscuro eres una loca, creen que separadas estamos felices, porque se acostumbraron a vernos con nuestra cruz”.
“Somos criticadas y odiadas, amistades de toda una vida nos vuelcan la cara porque ahora somos solteras y piensan que estamos a la casa de maridos, y sin hacer nada somos las locas del lugar”.
“Al principio nos afectó, la gente hace leña del árbol caído, dónde están sus hijos nos dicen, para criticar son buenas pero ¿dónde estaban cuándo necesitabas una mano?”
Superando la crisis
Tanto para quien decide romper como para quien es abandonado, la ruptura de una pareja es un momento de estrés y de crisis emocional, aseguró la psicóloga Marlene Rollano.
“Volver a ser una persona independiente, pasar más tiempo con las amistades, reacomodar todo este tiempo que antes era dedicado a la pareja, reorganizar el tiempo y además convivir con la tristeza por la pérdida, todo implica un proceso difícil que puede durar mucho, pero ciertamente si se comparten estas experiencias con un grupo que pasa por iguales situaciones es bastante positivo a un nivel terapéutico porque así la persona comparte sus vivencias, las comparan, se dan ánimo y va sintiéndose mejor consigo misma mientras se va adaptando a su nueva vida”, dijo.
Resulta interesante que un grupo de amigas se haya logrado apoyar de esta manera sobre todo porque la misma sociedad es sumamente cruel con las mujeres que intentan recomenzar de nuevo ya que a las mujeres se les confiere el rol de madres desligándole importancia a sus necesidades como seres humanos, señaló Rollano. “El estancamiento emocional puede producir una depresión severa en estos casos es mejor pedir ayuda profesional pero resulta interesante que acompañadas por otras mujeres puedan aprender a superar esos momentos”, dijo.
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