En Bolivia siete de cada diez matrimonios terminan en divorcio, según datos del proyecto ‘Salvemos la Familia’, difundidos en 2014. De los tres restantes solo uno es saludable y los otros dos se debaten en peleas y confrontaciones continuas.
Estas cifras, además de mostrar la dura realidad que atraviesa el 90% de las parejas en el país, plantea una pregunta: ¿en qué momento, aquellas personas que juraron amor eterno frente al juez o a un altar, empezaron el camino que terminó en el fracaso matrimonial?
Según el psicólogo John Gottman, entrevistado por la revista norteamericana Business Insider, existen dos patrones de comportamiento que se reconocen en parejas que están a punto de darle fin a su matrimonio.
Ambos patrones se definen por la dinámica que tiene el matrimonio en los primeros años de casados; esto, a la larga, será fundamental para garantizar el éxito de los cónyuges.
1.- El ciclo negativo (divorcios tempranos)
Es el más común y está ligado a parejas que desde el comienzo del matrimonio ingresan en un ciclo negativo en el que los conflictos no pueden ser superados, y los problemas se suceden uno a otro hasta que desembocan en una sola salida: la ruptura definitiva.
Gottman afirma que para estos matrimonios el ciclo negativo es como entrar en un “pantano de arenas movedizas” en el que, una vez atrapado, lograr salir será casi imposible.
2.- “Estar de acuerdo en no estar de acuerdo” (divorcios tardíos)
En este caso la pareja puede llegar a perdurar por más de 15 años y en ella donde se logró aprender a convivir dentro del ciclo negativo, es decir no se superaron los conflictos pero existe un “acuerdo en no estar de acuerdo”, según señala el psicólogo.
“Pueden permanecer juntos más tiempo, pero luego, al llegar a la mediana edad, empiezan a tener esta conciencia de que su vida tiene un gran vacío", indica el psicólogo.
Según Gottman, en estos casos, la pareja empieza sus problemas cuando los hijos son adolescentes y despiertan pensamientos del tipo “cuando tenía esa edad soñaba con grandes cosas”, lo que provoca inconformismo con la situación actual y deriva en la ruptura.
Los indicadores
John Gottman, un experto en la psicología de la pareja, también fue entrevistado sobre este tema por ABC de Madrid. El especialista distingue siete indicadores que muestran que el precipicio matrimonial está más cerca.
1. Inicios desagradables: discusiones que comienzan con sarcasmo.
2. Crítica personal: no es lo mismo quejarse de un comportamiento de alguien que criticar un rasgo personal.
3. Desprecio o burla: gestos (rodar los ojos, sonrisas irónicas, etc.) o palabras (apodos ofensivos) que indican la intención de que el otro se sienta mal.
4. Posición de defensa: tratar de que el otro crea que él (o ella) tiene el problema, y que es su tarea solucionarlo.
5. El “muro defensivo”: cuando un miembro de la pareja se evade de la interacción o de los problemas para evitar ser herido.
6. La “inundación” emocional: cuando un miembro de la pareja es atacado verbalmente y el otro reacciona activándose como si sufriera una amenaza física (por ejemplo, con mayores dosis de adrenalina), y todo ello genera un gran desgaste y el deseo de no relacionarse.
7. El fracaso a la hora de prevenir o reparar los daños: las parejas felices saben detenerse en el tiempo antes de que los daños sean severos, o bien después de una discusión o conflicto saben cómo retomar el humor habitual existente entre ellos.
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