David Trezeguet está en Francia. Antes que se enciendan las alarmas y cornetas del Apocalipsis es bueno aclarar que el viaje del delantero de River fue programado. Antes del duelo frente a Racing le había dicho a la dirigencia que no le importaría cómo saliera el equipo frente a la Academia, el debía volar a Montecarlo el lunes por la noche.
Así lo hizo y es hora de correr el velo a la enigmática etiqueta de “problemas personales”. El viaje de David a Francia es de cualquier cosa menos de placer. En la mañana de Montecarlo, el francoargentino asistió a la audiencia de divorcio con Beatriz Villalba, la española con quien se casó en febrero del 2000 en la catedral de Mónaco.
El matrimonio llegó a su fin luego de 13 años, con una convivencia que sólo se interrumpió cuando él viajó a Emiratos Árabes por una cuestión de escolaridad de sus dos hijos, Aarón y Noran. Ya en su etapa en River, su mujer jamás asomó por el Monumental, ni tampoco sus hijos. El franco-argentino vivió la alegría del ascenso con sus padres y amigos de Villa Martelli.
Eso sí, este mismo miércoles el francés retornará a la Argentina. El jueves estará otra vez en el país con más de un día de viaje sobre el lomo en menos de 72 horas y un desgaste mental tan intenso como el físico. ¿Jugará ante Arsenal? Se perderá al menos tres entrenamientos, pero su rol es clave en este River.
Vale recordar que David ya pegó el faltazo ante Tigre (victoria de River 3-2 en Victoria) debido a que no se pudo entrenar con normalidad. Está vez se habrá perdido casi todos los entrenos de la semana. Siguiendo su lógica y su bajada de línea como capitán todo indica que, ante Arsenal, lo verá de afuera.
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